A pesar del jaque mate
no ha sido atrapado el rey
Siempre hay un algo que se interpone,
una lógica razón que surge,
una esperaza razonable e inteligente
que en el ocaso del juego
emerge siempre de improviso.
La locura enajenada en la jugada.
emboscadas, inmolaciones y delates
han de descubrir su presencia
ante el juego mismo de la vida.
Tomas una copa de Champagne,
una caricia enamorada,
una luz que entre los velos
se asoma sigilosa por la ventana.
Adviertes entonces que es tarde,
que no es hora de sorpresas.
Desde el living de la casa
descubres aquel pacto amoroso.
Los recuerdos se remontan
a tibias edades de la vida.
Y retoñan felices los momentos
de la esperanza perdida.
CARLOS A. BADARACCO
7/2/13
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