Preguntas a la luna.
Ella invitó a la luna
para sentarse juntas
en la orilla del agua.
Tenía inquietudes tormentosas,
guardadas en su mente
desde hace mucho tiempo.
¿Cómo puedes hacer
precioso haz de luz,
para entender a las parejas,
que abren sus sentimientos
en tus claros oscuros?
Porque aprendí con mi amor
hacia el sol,
a interpretar los gestos,
las sonrisas, las miradas,
así entiendo su idioma
y no es problema
guardarles los secretos
que me cuentan y les cuento
los míos con confianza.
¿Porqué existen amores que se
eternizan en el tiempo
reconociendo por su aroma
la flor que deshojaron
en la primera cita aún sin verla?
Porque el primer olor que percibimos
de esa especial persona,
penetra intensamente
en el lugar más escondido de la mente.
¿ Y las miradas luna,
Las miradas que dicen tantas cosas
puedes interpretarlas?
Claro que si, pues cada quien
revela en el brillo de sus ojos
cosas indescriptible
con signos inequívocos,
sólo para quien el amor le ha despertado.
¿Responde bella dama del espacio,
qué despierta ese bravío mar picado
cuando las pieles se hacen estallido
en el profundo abismo de la carne?
Es la corriente inmensa de las venas,
trasladando en vertiginosas
corrientes hacia abajo,
coloridos kayack
llenos de estrellas,
que una vez en el cielo
se quedan descansando.
¿ Y los besos amiga, cómo anclan
en los carnosos labios
de ese ser ahora indivisible,
cuando antes pregonaba
en los confines de la tierra,
su hermosa libertad legarle a alguien?
Es que los labios anzuelos son, inevitables,
y cualquier atracción por beso empieza,
no importa si se es rico
o si se es pobre,
tampoco tu raza ni tu etnia,
ni siquiera tu silueta
o tu cultura, menos si eres
príncipe o princesa.
Al juntarse las bocas en un beso,
cesa la soledad
empezando el ritmo
vital de la existencia.
RESERVADOS LOS DERECHOS DE AUTOR:
MIRIAM RINCÓN U.