Háblame...
Háblame amor,
como se cuentan las eternidades sin ti.
Dime, ¿como logro amordazar
los gritos de la melancolía?
Háblame pausado
queriendo eternizar los sentidos
que se alojaron en mi almohada.
Muéstrame el sendero sin retorno
que ahogaron tus lágrimas de sal
y borraron tus huellas del camino
claudicando todo rastro de ti
Dime... que hacer con el peso
que cóncava mi espalda
y obliga a mis ojos
clavar mi mirada al suelo
buscando indicios de ti.
Murmúrame las palabras de amor
que alguna vez profanaron tu boca,
envíame, los besos que colgué en tus labios
aquel viernes en ese hastío del calor.
Ayúdame, a enjugar las lágrimas
de mis ojos cuando la melancolía
mece mis horas.
Dime ¡amor! como hago
para no sentir tu cuerpo
arropándome la piel.