Escribir me engancha,
como respirar, como amar, como observar.
Me gusta escribir porque siento sus colores,
porque en cada palabra describo una imagen,
con sus formas, con sus luces, con sus insinuaciones.
Escribir es plasmar mi alma en signos ortograficos,
escribir es coser varios pensamientos en uno solo.
Escribir es volar con besos,
es nadar con abrazos,
es sentirse rey y hada, sol y luna, paz y alegria,
suspiro y color; color vivo, color descarado, color ironico,
color chillon.
Escribir es otro punto cardinal que le añado a este mundo,
es una estación entre primavera y verano,
es un mes entre diciembre y enero,
es la hora veinticinco de mi reloj imaginario.
Escribir es
un respeto a mis recuerdos,
un saludo a mi madre,
una nostalgia alegre a todo lo que perdí,
a mis parientes y amigos que murieron,
y a los que están ya muertos en vida,
porque nunca han sabido comprender,
la complejidad de nuestra edad vivida.
Escribir es,
un matiz de luz en la oscuridad,
la mano que te da su mano en tu soledad,
el patrimonio de lo que uno es,
los sentimientos que uno esconde
y que sin saber porque,
aquí uno se vuelve Conde, y si quieres ser más
podrias convertirte en Rey.
Escribir es,
enterrar la pena, en el baul de los olvidos,
enterrar la duda, en el desván de las decisiones,
enterrar los miedos, en el crucero que va hacia el infinito.
Escribir es,
una forma de vivir, sin prejuicios, sin titubeos,
sin pesares, sin rencores, sin guerras que quieras ganar,
porque aquí uno es uno más.
porque aquí lo que uno escribe siempre gana al silencio,
siempre gana a la rutina, siempre gana a la soledad…
Autor: Francisco Peiró