Habla la voz de la subconsciencia,
dejo que se burle con sus ojos saltados y su lengua de serpiente,
dejo que salga de mi boca y me atrape como plástico derretido,
que se escurra por mi cuerpo como una sábana de arena:
que se esparce por el piso y que vuela por el aire,
que se vaya al infinito,
que viaje,
que baile ante los ojos suspendidos en el aire…