¿Por qué duda señorita
De palabra tan sincera?
Si tenerla yo quisiera
Como a frágil margarita,
Diga sí, mujer bonita
Ni que no me conociera,
Sea pues, mi compañera
¿Por qué tanto lo medita?
Lo que este hombre solicita
Es amarla, vida entera
Mire usted, gentil galante
Si creerle, yo quisiera,
Pero no es la vez primera
Que me dicen importante,
Y no soy una arrogante
Si es que así, usted lo creyera,
Solo soy dama certera
Con palabra terminante,
No me tome por pedante,
Pues de amor, fui prisionera
Lo lamento hermosa dama
Por romance del pasado,
Bien comprendo el resultado
De su mal y antiguo drama,
Pero es nuevo el panorama
Yo a usted nunca la he olvidado,
Porque estoy enamorado
Y este ser, su amor reclama,
No hay mentira, o una trama
Lo que siento, es demasiado
Sus palabras, mucho aprecio
Pero no soy tan creyente,
Una vez yo fui inocente
Y muy caro pagué el precio,
Fui el juguete de hombre necio
Que me amaba negligente,
Era malo, hombre insolente
Y me dio total desprecio,
Por usted no hay menosprecio,
Mas prefiero ser prudente
Soy un hombre de paciencia
Y esperándola he de estar,
Pronto idea ha de cambiar
Su frialdad e indiferencia,
Solo, olvide esa experiencia
Que muy mal la hace pensar
De quien pone en un altar
Su belleza, en reverencia
No le ruego en insistencia,
Porque sé que me va amar
Qué confianza usted se tiene
Mas le digo la verdad,
Bien estoy en soledad
Porque aquello me conviene,
Y esta dama lo previene:
De mí, solo habrá amistad
De eso, tenga claridad
Por favor, no se condene,
Si cortejo le entretiene
No habrá en mí oportunidad
Todo está claro, doncella,
Me retiro en un instante,
Aunque habrá lucha constante
Que me acerque a eterna estrella,
Porqué en mente está su huella
Recordándola incesante,
Porque no soy un farsante
Que a princesa le atropella,
El destino, amada y bella
La pondrá en mi amor, de amante…
Dos caminos hay en juego
Cuando amor es objetivo:
O hay un no, definitivo
O hay un sí, que llega luego,
Pero nunca habrá sosiego
Sin combate decisivo,
El amor es relativo,
Se congela o arde en fuego,
Pero el riesgo enseña al ciego
Si hay camino positivo…