El Mar, fuente de diversión, trabajo, amor, vida, muerte.
Puede haber algo, alguien, cosa o persona que pueda reunir tantas cosas buenas y malas y ser bello a la vez?
Bello, espiritual, mágico, hermoso, grandioso, salvaje, libre y nada rencoroso.
Dicen que la luna rige sus mareas, sus estados, como los de una mujer unas veces cariñosa y otras veces peligrosa, unas veces hermosa y otras aterradora, unas veces mecedora y otras veces que con furia golpea.
Aún con todo eso, aún con lo malo, el Mar es hermoso, crea paisajes, playas, climas extraordinarios, fuente de vida, de riqueza para los hombres que viven de él.
No se me ocurre nombre más bello para una mujer, más en sintonía con lo que es el parecer y padecer de esta vida, con sus altos y bajos, con sus mareas; unas veces se viene arriba, otras abajo.
Siempre nos quedará el Mar, con sus amaneceres, con sus atardeceres, con sus crepúsculos dorados, como el pelo jugando con el viento, teniendo vida propia y enredandose entre las manos.
Vamos a por el Mar, vamos a por ese monstruo libre sin ataduras, sin cadenas, sin leyes más allá de las meramente por la naturaleza establecidas, libre, hermoso, bello y calido, como el agua nos acurruca, nos acurracan y arrullan unos brazos.
A por el Mar, a por el Mar, siempre un poco más allá, sin miedo a lo desconocido, sin miedo a si será llano y se acabará a intentar dominarlo con buenas artes para no enfurecerlo.
Y termino con una reflexión; habrá nombre más hermoso para una mujer? para un alma inquieta, para un alma aventurera, para una hermosa flor de primavera?
A por el Mar.