Luis Aguilar Solis

ADIÓS...

Una esperanza ha desaparecido hoy; ya no tengo que ocultarme de lo que siento, ya me canse de siempre estar escapando, perdí mi voluntad, y en mi interior la tristeza aun vive, ahora realmente estas fuera de mi alcance, le entregaste lo que debía ser mío a otra persona, debo dejar atrás mis recuerdos, todo lo que soy y todo lo que pensé ser, estaba proyectando en ti, mi vida, mi esperanza de algún día tener la felicidad perpetua, no importa cuan ilógico y tonto suene eso, todos mis sueños y anhelos se hicieron añicos; imagino los motivos, la causa de lo que hiciste, pero… ya ha pasado un año… no se cuanto pudieron haber cambiado las cosas, para mi fueron como un par de días, no imagino cuanto dolor y cuanta pena sentiste en tu corazón durante ese tiempo, yo me fui, me aleje, tratando de olvidar y de borrarte de mi mente… fracasé, te sentí cada vez  más y más distante, pero aún así sentía tu sufrimiento… no me atreví a mirar atrás, me oculté tan cobardemente… llené mi propio corazón de odio y oscuridad pensando que así no sería tan doloroso vivir sin ti; no funcionó… esta tristeza, este dolor son míos, me he quedado solo aquí, sin razón ni motivo para existir o tan siquiera fingir que vivo como hacia antes, solo, ni la luz ni la oscuridad están presentes en mi, porque para ver la luz necesito estar en la oscuridad y para percibir la oscuridad debo hallarme en la luz, no me encuentro en ninguna parte, en ningún momento, ya que no hay después… ni tampoco antes… no hay nada, entonces… ¿donde estoy?... que ha ocurrido conmigo, tu te fuiste y ahora es para siempre; ya no hay donde esconderme, no hay motivo para ocultarme, no puedo gozar de la paz de la muerte ni tampoco sentir la felicidad de la vida… ni odio ni amor… nada, no hay nada, al final solo esta el vacio… es la consecuencia por haber estado ausente cuando me necesitaste, lo merezco, y al mismo tiempo no…

No puedo seguir escribiendo, mis manos tiemblan, herirme ya no anula el dolor de mi alma, ahora soy esto, un muerto sin alma ni espíritu, un cascaron vacio… sin vida, inerte, sin la luz sin la oscuridad, y ahora sin tu recuerdo............................................. adiós.