Hoy más que nunca Señor,
estoy terriblemente confundida
escuchando sobrecogida
cuanto acontece a mi alrededor.
Me siento dolida y cansada
ante esa materia que se mueve,
que se autodestruye sin piedad
¿que puede hacer mi alma atormentada?
Ante mis ojos atónitos
el mundo se desmorona:
Países en permanente conflicto
con guerras interminables;
corrupción de los gobernantes
y miles de seres pasando hambre.
En mi lucha particular
me siento sola y olvidada
por aquellos que tanto quiero
sin pedirles a cambio nada.
En ocasiones me pregunto
¿dónde Señor te hallas?,
¿dónde tu mano divina para
evitar la destrucción humana?
Tú, Dios mío, que lo sabes todo
dime ¿en qué hemos fallado?,
¿que pecado hemos cometido
que todavía no nos hemos enterado?
A ti, Señor, alzo mi voz impotente
dejándome llevar como tronco
arrastrado por la corriente,
los que somos creyentes
no podemos hacer más que rezar.
Fina