Estuve toda la noche parado frente a tu puerta,
esperando que salieran tus sueños.
A la una, salió una galería de espejos.
A las dos, salió una alcoba llena de agua.
A las tres, salió un hotel en llamas.
A las cuatro, salimos tú y yo, haciendo el amor.
A las cinco, salió un hombre con una pistola.
A las seis, se oyó un disparo y despertaste.
A las siete, saliste apurada de tu casa.
A las ocho, nos encontramos en el departamento.
A las nueve, nos multiplicamos en los espejos.
A las diez, nos tendimos en la cama de agua.
A las once, hicimos el amor hasta el exterminio.
Ahora son las doce del día...
Y tengo entre mis brazos al cuerpo de todos mis delitos.