(Tus ojos me vencieron)
Después de leer la confesión, de que, su amado desconocido un nuevo amor había tenido, ella dejo de responder, solo pensaba en qué hacer, pues; en verdad, le amaba y su confesión había hecho su corazón doler…
Pasaron tres meses de silencio, y, de pronto, él, se dispone a escribirle nuevamente, había culminado el romance con la dama aquella, “es algo que no podrá crecer”, decía, ya que él solo sentía, que el amor de su vida, era la princesa que con su mirada lo prendía…
Te voy a poner al tanto
Princesa: ...
Te voy a poner al tanto, de mi situación actual:
En primer lugar amor, sin ti nada es igual
se ha vuelto una rutina día a día la jornada,
Soy una hoja en blanco , soy actor de ningún cuento
soy la gota que del cielo cae en el pavimento
y se confunde en todas hasta que no queda nada.
En las tardes hago canciones para algunos corazones
que suelen por mi sendero pasar dándose apretujones,
y entre miradas y sonrisas, pasan a paso muy lento.
¡Ay! Si tú los vieras amor, cuando a este cantor escuchan,
Quieren detener el tiempo, ellos, suspiran, ellos luchan
por estar juntos y yo al tiempo, sin ti, dolor siento:
Al cielo, con mi voz suplicante, le pedía por mi estrella,
¡Quiero verle un instante! Por favor, ¿dónde está ella?
Y así, mi lecho inundaba mis lágrimas, le humedecían,
era, como un mar donde se anegaban en profunda agonía
todas las esperanzas, hasta que extenuado, me dormía,
pero, al despertar, las ganas de verte, resurgían.
Al estar sin ti, aprendí, mi luna gitana,
que debo cuidar de mirar fijamente mi ventana,
los albores radiantes en que el sol brilla con fuerza
Y a cobijarme por las noches, cuando el frío
amenaza con vientos de helados hastíos,
aprendí este cada verso que mi alma hoy te versa.
En mi corazón el oasis se convirtió en desierto
Mi presente, solitario, mi pasado, oscuro, mi futuro incierto,
Y la razón, la sabes de sobra, no la tengo que mencionar,
y tengo miedo de llegar hasta el despecho,
y me resigno al corazón darle barbecho:
hasta volver a verte procuraré esperar.
La princesa, recibió la misiva dos meses después de haber sido escrita, pero, ahora había una disyuntiva, él estaba libre para amarle, ella había pretendido olvidarle, y le dio una noticia, que por poco el corazón se le sale, le contesto con mucha tristeza, lo que ahora en su corazón pesa….
¡Qué extraño es el destino!
Qué extraño es el destino;
¿no te parece injusto
que por su puro gusto
se alejan nuestros caminos?.
Yo creyéndote dichoso
Preferí hacerme a un lado
Ahora vienes desvelado
¡Ah! Pero te veo hermoso
¡Qué extraño sentimiento!
enhelarte y no tenerte
encontrarte y perderte
¡Qué hondo sufrimiento!
Ahora estoy comprometida
está todo preparado
el destino ha trazado
nuestra triste despedida.
Quiero que seas feliz
No vayas a malgastar
tu corazón, amor amar
a veces deja cicatríz.
¡Qué extraño es el destino!
yo no tendré tu amor,
tú no tendrás mi calor,
¡Qué extraño es el destino!
Ella se dispuso a enviar aquella carta, sentía todavía como una braza, le quemaba por dentro, ardía su corazón, mas, tenía un compromiso, la palabra estaba dada, la jornada continuaba,….
Allí terminaba todo, esa sería “la despedida” ella empezaría una nueva vida, el continuaría en su diaria rutina, sin su princesa, sin sus ojos encantadores llenos de poder y de magia, sin sus palabras dulces sin su cariño sin nada….
Cont....