Él busca un par de ojos que al cruzar su mirada
provoque en el destello ese encuentro con su media naranja.
Ella escudriña entre la gente su alma gemela
abonando a su fe, de que sí existe para ella.
Él la busca en la multitud, en lugares concurridos
confiando en que en un roce, se aceleren sus latidos.
Ella lo busca en la soledad, en el silencio y la calma
cierra sus ojos, agudiza sus sentidos
para percibir su presencia en el vacío.
Él la busca en la música, en acordes desgarrados
tarareando todo el día
con la esperanza de que ella reconocerá su voz
en la amorosa melodía.
Ella abre un libro y lo busca entre líneas
en cada historia, en cada verso y en cada rima.
Él da vueltas en la cama, insomne
pensando en la carnosidad de sus labios.
Ella prefiere dormirse temprano
abraza fuerte la almohada y sueña con sus besos arrebatados.
Él se sirve el cereal con desgano
Imaginando la sazón de su omelette
Y las frutas en la cama.
Ella se moja en el café los labios
Deseando tenerlo cerca para después de hacer el amor
leer juntos el diario.
Ella se queda más tiempo en la ducha
Imaginando sus manos acariciando su espalda
Él casi puede sentir su cuerpo húmedo tendido sobre sus sábanas.
Ella quisiera saber si tiene arrugas, si usa bigote,
Si tiene canas o está algo calvo.
Él quisiera saber si es alta ó bajita,
Si está algo flaca ó rellenita...
Y así pasan las horas, los días, los meses, los años….
viviendo vidas paralelas
sedientos el uno del otro
tras la sequía de sus vidas pasadas
casi los codos rozando…
en un instante fugaz… cruzándose
sin reconocerse…pasando de largo…ignorados…
los dos preguntándose
si ronda por ahí el complemento,
si en la ausencia de la otra mitad
la soledad seguirá haciendo su nido,
y si es real ó leyenda
el viejo cuento de las almas gemelas.