Aspiro relatar una historia que en absoluto ha sido contada,
fue guardada en un cofre, en lo más inescudriñable del mar;
y yace en todas las oscuras noches, bajo el reflejo de la luna,
mas cuando el sol alumbra de mañana, su magia se esconde.
El amor al que se le negó perdurar, y se le extinguió en agua,
en el repaso, en la reminiscencia, en lo más secreto del alma;
y que en el crepúsculo de la solemne luna descubre la calma;
Delirante conmoción, que desnuda aquello que fue más puro.
Hoy por fin al ver pasar tantos días a ante mis atolondrados ojos,
veo el brillo elocuente al culminar el pasadizo que transitaba;
sí… lo noto… el mismo amor que sentía… lo que intimaba,
…para respirar de nuevo, para vivir, para sentir, para amar…
Ostenta diferentes ojos, distinta voz, nuevas manos, otra piel;
pero, es el mismo querer… el encanto de ese sueño que tuve,
concebir tocar el cielo, mimar la tierra, lograr lo inalcanzable;
…saber que en su regazo consigo descansar… y vivir…
Un relato nunca mencionado… escondido tras una mirada…
esperando… viviendo… detallando la refulgente luz de luna,
guardando silencio, para cumplir un sueño… el sueño de amar…