Aquella mañana inquieta
su cama desgarrada
por el viento
durante la noche
floto su parpado
incapaz de ver
el color azul de sus labios.
La luna anuncia
un día mas un día meno
perturbada se bitio de prisa
con los huesos afilados
sin ruido cerro la puerta
inspirando a un muñeco
colgado de una cuerda.
La camisa respira
el aire frió
eleva lo sentido
al horizonte
mira la madrugada
como se aleja.
Galopa sobre su cabeza
una moca
sin ruido se asoma
una carta abierta
una nota en el aire
busca cobijo en una gota.
Autor: Francis Mota.
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