Princesa, cuyos ojos
hermosos, cual estrellas
iluminan mi mirada oscura,
al observarte, bella doncella.
Mi vista nublada,
mi corazon palpita con rapidez,
al ver tu elegante sonrisa,
que me reanima con sencillez
Anhelo tu compañía,
aunque lamente tu ausencia,
cada hora del día,
en la que falta tu presencia
En el reino comprendido
en cada confín de mi imaginación
gobiernas mis pensamientos
y te juegas con mi razón
Eres lo mas perfecto
de mi propio universo, inmortal
en el regocijo, de este reino inmenso,
está mi princesa, cuya belleza es celestial
Revoloteas en el mar
de tantas cosas, tantos males,
pero sólo tú, logras calmar
las chocantes olas de mis cabales.