He deseado conocer
el roce de tus dedos
serpenteando en las dunas
y rincones de mi cuerpo.
He querido llenar tus horas
con aroma de deseo
y desinhibir los pliegues de tu boca
en las vertientes de mi pecho.
He anhelado cubrir tu piel
con la lujuria de mi cuerpo
llenar tus labios de gemidos
y en tu cama
tocar el cielo.