El niño se ve intranquilo
y llora de la rabieta
porque enredó los hilos
de su alegre cometa.
El niño también se disgusta
y hasta siente resquemores
porque ha perdido la punta
de su trompo de colores.
El niño luce callado
y de la rabia se inquieta
porque de modo muy raro
le astillaron varias metras.
Tranquilo niño, tranquilo
esos son pequeños males,
sigue alegre y divertido
tus juegos tradicionales.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero. Derechos de Propiedad Intelectual Reservados bajo el Número 1302114578543