Como de costumbre cruza el viajero
el camino de hormigas que le sobra
camino de pan que el tiempo cobra
con años voraces y alma de Reo.
Postín de brillante, semblante de feo
que a nadie debe mas que su copla
una canción, un vino y tres copas
un corazón, dos bocas y el deseo.
Camino que abres la palabra que leo
de aquél caminante de cansada ropa
garganta añeja con la mirada rota
rifando entre notas lo que trae el correo.
Camino sin rumbo, viñeta en Tebeo
que calzas la suela de mi vieja nota
buscando mujeres sin ver las bocas
que trae el destino pintadas de trofeo.
Blas Roa