Reto a mi corazón a sumirte en la indiferencia,
Dejar de sentir tu presencia, sentir tu ausencia,
Dejarme ahogar por el yermo, sumergirme en silencio…
Dejar los bellos recuerdos volar, volar al viento.
Porque tengo el presentimiento, un sentimiento,
De que ya no me estas queriendo, estas fingiendo,
Fingiendo un amor que es de arena, es una pena…
Que ya no me quieras, es mejor que este amor muera.
Vete por la puerta, que un día abrí, perdí mi apuesta,
Aposte mi corazón y quede en quiebra, el llanto me atormenta,
Atormenta mi fe para amar, ¿te podre perdonar?...
Y como ayer todo comenzó, hoy tristemente ha de acabar.
Ya no puedo soñar, mis sueños se fueron con tu caminar,
El llorar, es inevitable, el llorar para desahogar,
El dolor tan inmenso que me consume, mi pecho asume…
Asume que te tendrá que olvidar, mi alegría huye.
Huye mi alegría detrás de tu cabello, lo nuestro fue bello,
Pero como de la noche un destello, todo quedo muerto,
Muerta mi alma, muestro mi cuerpo, soledad y desierto…
Pero lo que sí es cierto, que aun algo por ti siento.
Siento desgarrar mi espalda, por el peso de tu desidia,
Yo prefería, un amor de mentiras a una triste verdad,
Has lastimado mi andar, mi forma de amar…
Pero al final, todo ha de pasar, y vendrá el perdonar.
¿Pero perdonar qué? si te di mi ser, con fe,
Nunca pensé perder, no lo pensé, te querré,
Anquen ya no estés, te amare, así me quedare…
En la sombra de tu amor perenne, para siempre.
Y como siempre, ha de llegar alguien como tú,
Con tu risa con tu luz, con la sonrisa, con la virtud,
Alguien que mi quiera sin condición, solución,
A la que amare, recodando lo que me hiciste tú.