Añoranzas de la mujer grande
Que le robó un beso
En las silenciosas noches
Cuando sus manos lo tocaban.
Y con un par de ojos enrojecidos
Por el dolor, menos placer
Tenía que soportar caricias
Que no le hacían bien.
No comprendía porque ella
Se transformaba cuando se tocaba la piel
Y quería correr cuando ella lo tomaba
De la mano y con besos y caricias lo desnudaba.
Lloraba en silencio su dolor
No sabía que ella le estaba transformado su querer
Pues no comprendía porque le pasaba eso
Pero no deseaba volverla a ver.
Era triste para él ya que esa terrible mujer
Vivía en su casa, pues de día tenía que verla
Y de noche se disputaba por dormir con el niño
Aquel que le producía noches de amor.
Noches de llantos y dolor
Solo en saber que alguien encontraba placer
Y disque satisfacción, sin comprender que solo
Era una enferma de placer.
Dejando marcado los besos en su piel
Grietas en su corazón
Y es triste saber que fue su hermana
La que lo marco con señas de dolor.
Que aun sangran su corazón
Lleno de dolor, odio y rencor
Por el recuerdo cruel de alguien
Que lo violó.
Escrito: Francisco Gaitán Downs.