Tus ojos son el musgo sorprendido en otoño.
Tu voz habla a mis pájaros ajenos
Con mentiras de cristal.
Tus palabras no hieren
Porque no son tuyas ni de nadie.
Tus labios brotan en los míos
Cuando me muerdo al olvidarte.
Tu cuerpo es la lluvia
Que llora si alguien le pone la mano.
Te recuerdo
Como un misterio que cae en un libro,
Como una tarde leyendo un arroyo.
JULIO CASATI