"Puedo hablar de vida y de muerte/ porque ambas cosas ya las conocí./ Morir es vivir sin verte/ y la vida es vivir por ti"
Aunque pretendan quitarme hasta el aire,
no habrá fuerza suficiente o algún desaire
que me obligue a abandonar mi voluntad.
Toda puerta cerrada lograré que se abra,
que sea el amor nuestra arma, la palabra
con ese poder invulnerable de la verdad.
Aunque quieran manchar lo que es puro
y hagan de una vía fácil un camino duro,
no habrá sendero que no quiera recorrer.
Si es tu amor al final del camino la meta,
no habrá misterio ni existirá clave secreta
que sólo por llegar a ti no logre resolver.
No importan los obstáculos en el camino
ni que nos hagan creer que es el destino
el que se opone a que hoy sigamos unidos.
Es mejor si este amor nos cuesta trabajo,
hay caminantes que encuentran un atajo
justo cuando más se sentían perdidos.
Nadie dijo que la lucha sería muy sencilla,
hasta la estrella que en el cielo más brilla
tiene que aguardar a que su luz nos llegue.
No seamos como es en ocasiones la gente,
que la luz de la verdad les llega de repente
y todos prefieren que otra luz los ciegue.
Existe la fuerza de la fe en lo que sentimos,
el poder de la verdad que sin temor decimos,
que nos concede esta bendita fortaleza hoy.
Fortaleza que aumentará más, más y más,
siempre que jures que para amarme estás,
como yo sólo para amarte en el mundo estoy.
Nada deben importar los que se crean jueces,
recuerda que son humanos, que fallan a veces,
aunque algunos al parecer, se crean infalibles...
Aunque le impriman carácter moral a sus voces
y olviden su esencia humana y se crean dioses
y hasta sueñen que logran ejecutar imposibles.
Imposibles, sí... pues separarnos imposible será,
la mala intención o la injusticia mil veces chocará
contra el muro de la verdad indiscutible, palpable.
Una verdad que ha nacido y que se ha formado
para que en un juicio todos me vean subir al estrado
y sólo por amarte... declararme culpable.