Día del amor,
sin fecha,
la ternura
la viven
los amantes
al atardecer,
cuando la noche
espera,
amaneciendo
siempre
en dos cuerpos
que se hacen
primavera.
Amarse
el mejor regalo
que respiran
dos alientos
al besarse,
se regalan
rosarios
de entregas,
y en un viejo
papiro
van colocando
besos y velas
para escribir
con sangre
versos
que van
corriendo
por las venas.
El amor
desconocido
misterio
entre los dedos,
sueño sin fin
que la sabiduría
nos manda
con esmero,
llave de luz
que deslumbra
al alma,
abstracto vació
cuando nos deja
en vuelo
pero sin alas.
Amor
nombre infinito
que se hace eco
de un suspiro,
extraña locura
pellizcando
diabluras,
no lleva reloj
en su muñeca
porque el tiempo
para el amor
no cuenta
es historia muerta,
ni cultiva horas,
ni ofrece limosna
a cualquiera,
ni en San Valentin
es un regalo extra.
El gran amor
cada mañana
renace
de una boca
que besa,
de una mirada
que hasta ciega
arrasa,
o de esa sonrisa
que seca lágrimas
porque el amor
se afana
en ser piel
que por la colina
del cielo baja
hasta tu vida
hasta tus sueño
hasta tu universo
hasta lo ETERNO.
Ana@ocaña