Y hoy te vas,
ya no me duele tu partida,
y te quedas mirando cómo preguntando:
“¿Por qué no estas llorando?”.
y dije bien, “ya no me duele”,
y no lo puedes entender pues después de amarte tanto,
tu adiós es lo único que estaba deseando.
Te veo empacar tus cosas,
te veo tan niño,
ahogado en tus berrinches te vas alejando;
un poco más, solo un poco.
¿Y qué por qué no estoy llorando?
te fuiste hace meses atrás amor,
aún sin haberte marchado.
Todos los Derechos Reservados. Alicia Acevedo Inzunza ®