Hay palabras que se dicen con la fuerza de las llamas
y con la quietud de las aguas de la laguna;
como el viento sin torbellino que
sigue moviendo las aguas del mar
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Duermen los versos mientras las letras están despiertas en el lecho
entre el vaivén de las olas, el susurro del viento
y el perpetuo romance del mar y la arena.
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Quiero momentos llenos con tu recuerdo -en ausencia-
para luego colmarlos con tu presencia. como cuando
el faro pierde su brillo y el navegante
espera su luz para disfrutar de la costa
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Para qué fundirse en uno solo -como el río y el mar-,
si es tan maravilloso siendo dos.
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Un velero ondea en el muelle -sin amarras-
cuando desea estar varado en el puerto…
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Nacimiento es a Vida como Amor es a Verdad.
Aunque se encalle en la costa viendo
siempre la popa del galeón al navegar.
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En el momento que se duerman las letras,
el velero deje de fondear en el puerto
y no se divise la proa del galeón, se escribe
el poema más corto que dicta el alma: TE AMO.
Se quedará sin eco en el viento
convirtiéndose en sal sobre la arena…
hasta disolverse en las aguas del mar.