El dolor supremo
no fue tu triste sonrisa
Ni tu boca sensual
ni el suspiro cansado
ni el beso dormido...
El dolor supremo
no fue tu embriagues
no fueron tus carcajadas
cual cascada de montaña
no fueron las cosas locas
que se no ocurrieron a los dos..
El dolor supremo
fue cuando se consumó la vela
cuando se apagó el incienso.
cuando mi trago me supo a llanto...
Fue solo entonces que me di cuentas
que tu eras el dulce fantasma,
que mi alma en quimeras construyó
Fantasma que decidió acompañarme
Este día del amor..Para hacerme feliz...
Amador Cánepa
Derechos de autor.