Manonle

Salvador Allende

Te enseñaron con débil moral

la realidad cruda

y la única ternura,

que reside en el corazón.

 

Abandonaste este mundo 

con el gesto íntegro

devolviendo el gesto inmoral

de los que te amaban odiando.

 

Arrancaste de tu pecho

un nacionalismo soñador

de un iluso valiente y justo.

 

Y ese once representó algo que no viví,

y representó algo que permaneció en mí

muy vivo para no haberlo vivido.

 

Y nunca digas nunca cuando se trata de ideas,

y nunca digas nunca cuando aún te recuerdan,

y nunca digas nunca, Salvador,

porque "Siempre" será tu nombre de pila

y "nunca" solamente una expresión enfurecida.

 

Corre el viento con tus palabras 

y asimila el pensamiento tu ideología,

más justa o menos para algunos

yo la veo y no dudo. 

Son como la clara evidencia de una realidad.

 

Un recuerdo dentro de un mundo,

pero tú, un mundo, dentro de un recuerdo.