Miedo a herir y herirte,
a fallar y fallarte.
Miedo a lo posible de
imposibilitar lo posible.
Miedo si, crudo, vacio
sin piso, sin sueño.
Miedo absurdo, abstracto
bizarro, omnívoro.
Miedo que me lleva a
una Venus entre copas
que anhela el beso crudo
y frio de un ser terrestre,
terrenal que busca
solo a aquella que sepa volar.