Está el color encerrado en las piedras
y avisa la campana
que las caracolas hablan.
Solo dime
quién eres tú que a veces eres luz
y a veces sombra
y dejas entreabiertas las preguntas.
Caminas por los aleros en forma de paloma
y quedo
esperando que las goteras hablen.
Y no dicen.
Cansado de no mirarte
me agota la fragancia de la flor
cuando se abre
y se duplica el universo en mi almohada
que abrazada a los bordes
en siluetas dibujan ojos tristes.
Tu aura evanescente brilla su luz negra
y no contesta
entre recortes de sombras que avecinan.