Camino bajo la luz de la Luna,
Donde la oscuridad abraza mi cuerpo y el frío de la noche congela mi alma.
Seres mágicos y mitológicos
Se hacían visibles para mis ojos, hadas volaban llenando con magia el rocío del agua que
había en las flores.
Dragones que escupian fuego hacia
El cielo para encender las estrellas.
Mi cuerpo y mi alma estaban congelados,
Por la frialdad de la noche. Pero mi espíritu
Ardiendo en fuego
Aún me permitía,
Estar de pie.
Me acerque hacia un río para
Persivir el brillo de la luna.
En ese momento del agua sale un ser inhumano.
Una bella mujer,
Con labios palidos como una rosa marchita,
Con una piel tan blanca y delicada
Como las alas de un ángel. Me acerque para acariciar su bello y triste rostro.
Sentí que mis manos ardian,
Al verlas noté que estaban sangrando. La tristeza y el dolor se apoderaron de mi.
Aquella Princesa tenía cabello de cristal que corto mis manos, como una espada cuando atraviesa el pecho de un ángel.
Entonces comprendí
Que una rosa es hermosa pero hiere con sus espinas.
De la nada apareció una luz que sin compasión, hiso desaparecer aquella bella Princesa de La Noche.
De mis ojos cayeron lágrimas que sé congelaban al rodar por mi rostro, mi corazón gritaba a la luna suplicandole que calmara mi dolor.
Pero cada vez esa luz que lo destruía todo era mas intensa y hacia depasarecer hasta al mas poderoso ser.
Repentinamente desperté, todo había sido un sueño. Un sueño que sinti tan real.
Mi amada Princesa de La Noche jamás desapareció.
Cada día espero impasiente el anocher para volver a verla.