pablo barattini

POESÍA ERÓTICA

Sus pies dormidos y blancos,

sus tobillos de lujuria,

sus muslos, dos cordilleras

que ante el pubis se juntan.

¡Yo me adentro por ellas

escarbando la penumbra!.

escalo el monte de Venus

y entre marañas oscuras

doblo y sigo avanzando

por su curvada cintura.

Mis manos,

inquietas recorren

improvisados caminos,

el valle de su vientre,

la suave y perfecta llanura

abierta para los hijos

que mis besos dibujan,

y llego hasta sus pechos

donde turgencias maduras

vierten su néctar de amor.

Toda...

Toda mi oscura pasión

escondida en un suspiro.

El magma de sus volcanes

derrite mi corazón

y yo,

peregrino de amor,

sólo por no morir,

al cuello,

su blanco cuello

me prendo

como un vampiro.