Tropezaba mi lengua con tus olas,
olas de ternura, amor, calor y arena;
se hundían mis ojos en tu lengua,
lengua de hechizo, de sabor y de velas;
incrustaban mis dedos tus labios,
labios esculpidos como fuego y piedra;
mi boca era viajero, remo y barco,
barco tan hondo como lo que quema;
se hacía mas grande el encuentro,
encuentro donde toda tu agua penetra.