Caarito Sala

Una maravillosa perfección.

Te quiero ya sin fuerzas de quererte,

Todavía te siento sin querer sentirte,

Te veo y me vuelvo vulnerable,

Sonreís y ya no estoy en mi eje.

No te me acerques, pierdo mi equilibrio,

Me miras y se nota mi debilidad,

Se transforma mi mundo con tanta sensibilidad,

Ya con el miedo de que esa distancia que separa nuestra piel,

En algún momento, ya cuando el fuego quede a penas encendido, reaparezcas,

Un supuesto regalo divino, que roza la maldición,

Escondelo con paciencia o guardalo en mi prisión,

Y queda otra historia en construcción,

En mi mente, una maravillosa perfección.