Yo la encuentro necesaria
en los flancos del mi rima
derrumbado de bruces
sobre cojines novedosos
que describen las vocales
reclutadas en su nombre.
Yo la observo distraida
en el diafragma de mi prosa
aguzando mis sonetos
como solos de violín
que le silban un saludo
en versos cervantinos.
Yo la beso incansable
entre oleajes de ultramar
diseccionando las comisuras
que le descubro en la sonrisa
mientras siento en el pecho
el tropel de un alazán.
Yo la equivoco entre flores
la pierdo entre las nubes
la encuentro necesaria
cautiva sobre mi hombro
como poema que se refugia
en el amor que nos tenemos.
Blas Roa