Mi hermosa luna duerme,
duerme.
Su sueño mi alma vigila.
Su descanso,
su fatiga.
El constante trajinar,
su calvario de este día,
su alegrar mis madrugadas,
con sus charlas,
con sus risas, sus caricias.
Descansa mi tierna Luna
bajo este cielo estrellado,
al amparo de Caleta,
y del cantar de la bahía.
Descansa entre mis brazos
con la alegría de este día.
Descansa pero no duerme
…Sólo se hace la dormida!
© Armando Cano.