Nubes grises,
vientos duros.
Enero no es enero
y de todo el verano,
triste fin auguro.
El mar, se enoja,
con mi pensamiento.
Soy el mismo niño,
pero sin la luz
de sus ojos tiernos.
Todas las tormentas
se hacen realidad.
Lo que ahora cambia,
es la forma
de ver la adversidad.