Pienso en ti y las horas se pasan dulcemente
entre los retratos donde tu imagen silenciosa
callada
transparente me mira
donde mi mano sigilosa acaricia tu hombro
entonces pienso en ti
retorno a los instantes en que tu boca
-cuando tus labios-
Apaciguan el temblor candente de mis labios
Entonces ¡llegas a mí!
Como la cera que escurre entre los dedos…
¡¿Imposible mentirle al corazón?! Que palpita
cada vez que te aproximas
cual silueta en una noche en que la obscuridad acecha:
Pienso en ti
inexplicablemente -apasionadamente- Pienso en ti
y me lastima pensarte y no tenerte
asimismo cruzan las horas
esta avenida -esta calle sin luz-
¡Esta agonía!