*** Versos de la Rosa ***
*Loba*
Dime amado compañero de mi blanca estepa
cuando seremos perdonados de esta nevisca,
que congelo de frio su naturaleza primaveral
helando al momento a los vigorosos mamuts,
cuando un asteroide estrelló su fuego mortal
asolando mi estepa de sus grandes animales.
*Lobo*
No pienses con tu agudeza compañera lobada
ahora que debemos estar vigilando al mortal,
para que no desgarre una cadena alimenticia
que protege la naturaleza de la inmortalidad,
cuando hombres aún especulan con colmillos
que consiguen de los mamuts de esta estepa.
*Loba*
Tú podrás decirme porque nos odia el hombre
cuando en una estepa no saben nada de ellos,
aislados perennemente por crueles inviernos
mendigando siempre ese halito de carne roja,
que alimenta con la regurgitación a mis hijos
porque un infortunio no rompa la paternidad.
*Lobo*
Loba estas protegida por la fibra de mi poder
como un edil de la manada de la tundra bella,
que atesora el poderío de supervivencia final
guiando está cuadrilla con regodeo del saber,
para que la humanidad no rompa el equilibrio
que espoleará a los humanos hacía el abismo.
*Loba*
Recuerdas lobo mío esa espantosa carnicería
donde la carne humana infamaba esta nieve,
ese pedazo de despojo que comía tu hambre
salvando de pandemias infecciosa al hombre,
socorridos siempre por esos cuervos y grajos
cuando siempre anuncian la fiebre del matar.
*Lobo*
Los humanos la llamaron II Guerra mundial
cuando era brotar lo bestia de la humanidad,
donde nuestra especie sobrepasó su hambre
cuando digeríamos la dulzona carne humana,
con los manojos de 40 millones de cadáveres
mientras Jehová sollozaba llantos de sangre.
*Bestia*
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
18 de febrero de 2013