Nanuq

CASARTE NO ES AMOR

 

Hablando de la institucionalización de un sentimiento como el AMOR, se observa que casarte es no confiar en la persona con la que supuestamente te “casarás”, puesto que dependes de un procedimiento legal que acredite la unión de ambas partes, siendo que antes de siquiera pensar en un matrimonio, el fuerte sentimiento echo raíz sin preguntar, esto debido a que la confianza era pura y no se malinterpretaba la intención del corazón.

El institucionalizar el AMOR es una estupidez que refleja la propia esencia del porque se institucionalizo, el miedo a la perdida ante un cambio.

Entonces ¿Dónde queda la madurez de los llamados adultos, esos que creen que seguir las reglas los hace santos? ¿Si necesitan sentirse pseudo-seguros con un papel que respalde egoístamente lo que el futuro pueda deparar?

En lo personal yo estoy casado con este momento en que escribí este pensamiento y no necesito de nada ni nadie que verifique y se cerciore que lo que siento es cierto.

Amar es aprender. Amar es conocerte. Amar es compartir. Amar es vivir. Amar es el momento. Amar es el fuego. Amar es la conciencia. Amar es cero indiferencia. Amar es no saber donde estas. Amar es explorar. Amar es éxtasis. Amar es sorprenderte. Amar es un ritual.

¿Por qué involucrar a terceros que siquiera les importa la relación entre dos seres prófugos con el deseo y testigos del amor?

Puesto que se ha envenado el corazón con la rabia de la traición, traición ajena al propio amor, que lamentablemente se volvió una decadente tradición.