Andra

Lo único, que me queda…



Déjenme salir
de esta habitación oscura…
¿porque procuran lastiman mi esencia?
Ya…  no soy, yo misma...
soy un ente en formación,

que transmuta en la cuesta

de los cerros de la melancolía,

y me siento entre dedos

despiadados y ensañados
de aquellas saetas ajenas…
son las sombras que acorralan
y laceran mi pluma
amordazan mi boca,
mientras mi alma solo grita!!
Las uñas de mi alma

arañan las paredes
dice que ¡ya! no siento
que mis sentimientos los invento,

¿cómo inventar entonces?,

Si, solo yo vivo mis penas

¿es imposible que sientan

lo que a mi cuerpo y alma

le atormenta?

Y sabe Dios que no es cierto…
si ya mi alma no la siento

se me entumeció el habla

el tacto de mis adentros

me tembló entre las manos

y aun así… el dolor

solo punza y punza…
he perdido en tantas guerras,
y sigo en el camino,
pensando y queriendo,
conquistar un mundo ajeno
conquistar lo que yo siento

invadir los sentidos de aquel he perdido…
quizás soy una mujer muerta,
que solo deambula
en este laberinto incierto

de letras y letras…
¡Calla! Cierra tu boca lastimera…
no ves que mis ojos lloran y lloran…
estoy cansada, tan casada
de vivir de lucha y guerras…
mi cuerpo ha sido tiro al blanco
y siempre me encuentro en medio

de guerras ajenas…
y veces mi coraza traspasan

y me lastiman y apedrean

mis frágiles sentidos
y es que no acaba la guerra

que asola mis veredas,
se han vuelto insistentes

en destruir mi esencia…
Y me encuentro suplicando

para que no me quiten y enmudezcan

mi inspiración, que es solo mía…
Es que a veces pienso

que  mis versos se marchitan,
y esto es el único mecanismo

de desahogo que a ¡mi! me queda…