- TU VOZ -
En el cielo no hay señales,
ni escuches al cauto que se pudre,
ni al pragmático apoltronado,
lubrica tu mermada dignidad
y escúpela rocosa ante ti:
que demude el latido de los mares,
retiemble el eco opresor
en su cápsula legislativa,
que usurpe el sesgo fratricida
que domeñó a las carnes.
Toma el cuerno de la luna,
muéstralo elocuente al día,
y erige tu singular bordillo
para la estatua jamás colocada
que vocifere en las calles.
Kabalcanty©2013