Maldito amor, maldito dolor
he pecado de credulo mi
esperanza se esfumo.
Maldigo al destino por
cegar mi fe, maldigo a mi
mente por alzar el vuelo
también.
Me deje enrredar por las telas
de tu dulzura y olvide
el veneno que detrás de tus dulces
besos se escondia.
Muerto en vida como un sin
corazón, he quedado, por
culpa de mi pasión...