Pan y circo.
Aquel que se cree Dios
si mancilla sin piedad,
la ignorancia del humilde,
mintiendo sin compasión
da las sobras a quien sabe
que no las rechazará,
porque está muriendo de hambre.
Por eso al llegar la muerte,
los enloquece el horror,
no se acuerdan del terror
que han sembrado en tanta gente.
El odio, la división,
comprándolos por limosnas
que no les resuelven nada,
sólo buscando su voto
para cualquier elección.
¡Ay, mis próceres de antaño!
Los nombran mas los ensucian
con procedimientos viles,
para obtener el poder
y seguir la corrupción.
Todo por lo cual lucharon
lo han tirado a la basura,
su frenética locura
por disfrutar de los dólares,
ha vencido los valores
que nos dejaron de herencia
los que hoy están en panteones.
RESERVAR LOS DERECHOS DE AUTOR:
MIRIAM RINCÓN U.