Lo tiernamente -insoportable-
del asunto
es que jamás lo amaré
del mismo modo
en que el dolor de no tenerlo
me hace sufrir.
El fracaso de ser poeta
es amar al libro
que me recuerda
la mentira exacta
que inventé de ti
El poeta se recuesta
en la sombra de los pies del viento
le llama por los siglos
ama su brisa de textuales besos
y junta sus piernas
a la médula vaporosa del alacrán del sueño
El poeta proyecta su inmortalidad
en la noche
en que hizo del germen de su destierro
la bacteria ideológica
en un campo circuitado al albedrío
Ama esa noche
porque tenía en sus estrías axiomáticas
el remordimiento leve
de haberlo planeado en un juego de canicas
El poeta se posa detrás de un escritorio
escribe misivas a editoriales,
mientras en la vista se le condensan
algunas telarañas con nubes descapotables
El poeta se enamora
y mientras,en la viga, hace la casa
se desempolva del nuevo nombre.
Ven, vean
es que el poema ama tanto
a su camello
que le hace creer que
su existencia de desierto
- por tu culpa, por tu gran culpa-
es el oasis de un viajante
salvando de las ovejas,
su cráneo de guerrero.