He tenido muchas parejas. Viví intensamente. Y ahora me permito un paréntesis.
Disfruto de la Soledad. Porque cuando se vive como una elección es todo un gusto refugiarse en ella.
Si repaso mi historia creo que fue de excepción. Grandes Caballeros.
Al comenzar este período de estar a solas conmigo comencé a tomar conciencia de realidades a las que yo era ajena, por estar bien acompañada.
Escasos Hombres.
Invasión de hombres con “h” minúscula.
Observo y analizo.
Me interesa el tema, porque ahora lo miro “desde afuera”.
Paréntesis, corchete y llave.
Caballeros: raza en total extinción.
¿Qué hay de las mujeres?
Reitero, no me siento incluida porque ya “no participo”.
Demasiadas féminas entregadas, resignadas.
Y a la hora de elegir entre un candidato pedestre y la soledad es ahí cuando piensan en “salvarse” Lo logran. Pero, ¿ a qué costo?
Mujeres que transcurren sin cuestionarse. O cerrando ojos y bloqueando oídos.
No critico. No juzgo. Comparto pensamientos.
En cuanto a mí supongo que algún día decidiré despejar la ecuación y encontrar a esa EQUIS MAYÚSCULA.
Será difícil. Referentes representativos.
Y no negocio.
No podría estar con alguien pedestre, terrenal.
Sería un hombre de vuelos rasantes.
Cabotaje.
Y, como Oliverio, no puedo pensar que se pueda hacer el Amor más que volando.
Altura versus soledad.
Señores Etéreos versus hombres promedio.