Este poema lo escribí cuando solo tenia 13 años y deseo compartirlo con mis amigos de poemas del Alma porque lo guardo como un lindo recuerdo de mis primeros escritos:
Una rosa en un jardín
sola nació y sola creció,
abandonada y triste veía
nacer cada día un rayo de sol.
Al rayo de sol amo,
con tan fuerte y dulce pasión,
que sus pétalos delicados y suaves
al sol puso y se marchito.
La rosa murió marchita
y nadie lloro su muerte,
era una rosa inocente
que siempre amo y no fue amada,
se sentía desdichada,
como también me siento yo,
pero el rayo de sol siguió
naciendo cada mañana.
Y la rosa enamorada
que no tuvo jardinero,
quedo marchita en el suelo
secándose por el sol.
Una niña enamorada
que por el jardín paso,
vio la rosa que había muerto,
en sus manos la tomo,
llorando dijo muy triste,
así también moriré yo.