Adiós.
¡Oh mil veces pensando
en este instante
de precisa y final separación!
¡En lágrimas bañose mi semblante
y asustado tembló mi corazón!
¡Hoy llega el fin…!
Al fin nos separamos
el mundo cruel
lo decidió así,
bajo la puerta
mirándonos estamos
con ansias locas
te contemplo a ti.
Dulces horas pasadas a tu lado
en que tu ser mi alma fecundó,
cuando fui comprendida, adivinada,
ahora todo eso se acabó.
¡Quién me podrá volver
lo que en ti pierdo!
En mí tu falta…
¡Quién suplir podrá!
Cuando no sé
si tu febril recuerdo
de hoy será el alivio,
para mi soledad.
¡Oh sólo sé
que el bien por el cual clamo
cerca de mi ahora no tendré,
que no ame nunca como a ti te amo
y que nunca sufrí cual sufriré.
¿Nunca a unir nuestros labios volveremos,
otra vez un instante nada más?
En un lugar ignoto
un día nos uniremos
ya para siempre, más aquí…
¡Jamás!
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MIRIAM RINCÓN U.