Edmundo Rodriguez

AL NIÑO INTERIOR

No pude detener esta mente

que le gusta recordar ,

esos momentos bellos , de ojos

que brillan por el placer del encuentro ,

de poder observarte ,

asi con esa rapidez intrépida llegué

cuando éramos unos niños de ocho años ,

tus rizos tiernos , tus ojos verdes ,

tu pequeña boca rojita ,

me decía , hola Edmundo ,

jugaremos en recreo ,

que días maravillosos aquellos ,

cuando la infancia corría incansablemente ,

el juego era alcanzarte y la gracia

tomarnos de las manos ,

reír por todo el patio de la escuela ,

todos nuestros compañeros en un

festival de amor inocente ,

saltábamos libremente llenos

de esa alegría pura que

otorga la inocencia y

el cuidado amoroso del reino espiritual

que ama el desarrollo de los niños .

Asi descansé por varios minutos ,

luego me detuve ,

sin proponérmelo me acerqué a un espejo

y me observé radiante ,

era el niño amoroso ,

que aún respira dentro de mi

y para todos aquellos que lo sienten ,

les envío un beso y un abrazo

a vuestro niño interior .