Oscar250

Aurora

 

 

Cuando la aurora fulmina el deleite de sus caderas

El color de su rostro profesa nuestro secreto

En ropas pequeñas para engrandecer la quimera

Allí me espera dentro de sabanas bordadas con locura.

 

Porque me lleva donde quiero ir cuando el viento sopla

Mujer del delirio que condena mi existir a su imaginación

Al alba me desperté con su querer cayendo silenciosamente

Obedeciendo a sus impulsos  con la mesura difuminada.

 

Fricción sumergida dentro de su caparazón que no quiere amar

Voluptuoso movimiento en sedas cómplices al roce del fuego

Queman amaneceres con sabores en la cima de sus deseos.

 

Para quien aún no despeja el encubre oxidado del dolor de la vida

Descienden hasta el núcleo llevándome al gozo de la lava ardiente

Sus encendidas palabras en las cueles se esconde nuestra esperanza.