Uno del otro
...y sin el otro;
un "yo" de espaldas,
un "yo" sordo y mudo.
Uno sin el otro:
una mueca desgarbada,
o el desmotivado gesto
...menos que menos,
menos que poco expresivo.
¡Uno del otro!:
Un mismo pedazo de alba
que protege el sol con su azada.
La misma fracción de un segundo,
que nunca pierde su sentido,
y capaz, creativa transmuta su habla.
La confortable y cálida colcha del universo,
en que acurrucarme, tanto fuera;
como adentrado en el reposo, ya en la cama.
¡Uno del otro!:
Una misma madeja de lana.
La corteza de corcho donde asirnos,
cuando, furiosa, chilla la tormenta;
quiebra el cielo y esboza
con el golpe de lanzas
y el temblor de sus luces,
cuando impetuosa, la tormenta gruñe,
y para nada respeta,
a las anclas solitarias.
¡Uno del otro!:
La arcilla roja con olor a nubes,
que musita frescura así amando;
toda el agua y la vida
que con suma simpleza nos resume
la implícita elegancia de un cántaro.
¡Uno del otro!:
El unísono temple
que se vierte eficiente
sobre interminables espacios.
El latido que le da cuerda al tiempo,
y propaga, y extiende expertas citas;
el gran gozo donde nacen los suspiros:
el nosotros. Y con nosotros;
un enorme porque que nos explica
acerca de la imperdible existencia.
« Uno del otro,
sin el otro...un "yo" mudo.»
Uno sin el otro...
significa un nosotros perdido.
318-omu G.S. (Bcn-2013)